Pompeo Boggio: Charla abierta de Adrián Mendieta

Adrián Mendieta, fotógrafo mexicano

 

ADRIAN MENDIETA

Ciudad de Puebla, 1948

mendieta afiche

Adrián Mendieta

Además de haber desarrollado una valiosa labor autoral, Mendieta es miembro fundador del Departamento de Difusión Cultural de la Benemérita Universidad Autonoma de Puebla (1970), del Taller de Cine del mismo Departamento (1971) y del Taller de Cine de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana.

A partir de 1974, Mendieta fue profesor e investigador de la Universidad Veracruzana y creador prolífico en varias disciplinas, formando parte de una etapa realmente importante en esta universidad: cuando, junto a Carlos Jurado, Per Anderson, Pepe Maya, Rafael Villar y Mayra Landau, se sembró la semilla de lo que sería después la Facultad de Artes Plásticas y el Instituto de Artes Plásticas; una época llena de experimentación, retos y propuestas estéticas, que lo marcaría profundamente. De esos años data su incursión en el cine y sus primeros intentos de foto fija.

Autor del libro “Paisajes” (2013), Mendieta es uno de los más importantes fotógrafos de paisaje en México, ha participado en múltiples exposiciones fotográficas en México y en el extranjero, así mismo, ha impartido talleres y publicado en revistas especializadas en el tema de la foto.

En 2006 “Artes de México” publicó en su colección Luz Portátil el libro Hojas Sueltas con fotografías de Adrián Mendieta y textos de David Martín del Campo. Una publicación que conjunta dos grandes pasiones: la fotografía y la naturaleza y nos deja ver el diálogo que un fotógrafo mantiene con la luz y la sombra. “En las faldas del Cofre de Perote, el bosque pareciera estar habitado por un mundo de claroscuros. Y tal vez haya que esperar horas, o días, para lograr capturar una imagen.”

Actualmente Adrián Mendieta continúa trabajando en la fotografía utilizando nuevas herramientas y sigue capturando paisajes.

 

“Es evidente: Adrián Mendieta no requiere de la fastuosidad ni de lo híper elaborado. La espesura boscosa, las laderas y los senderos voluptuosos, los helechos al pie de un árbol, la tersura de los pétalos enrollados, la inmensidad de esos paisajes de cielos borrascosos, le basta. Él sabe aquí que el paisaje, expandido o mínimo, hasta el detalle extremo, puede convertirse en lo que es uno mismo .”

José Antonio Rodríguez