Los investigadores del crimen de Talía Recabarren (17), la adolescente hallada asesinada ayer en la localidad sanjuanina de Zonda luego de permanecer cinco días desaparecida, creen que pudo haber sido atacada por más de una persona debido a algunas evidencias que surgieron de la autopsia.
Fuentes vinculadas a la investigación informaron que si bien la principal pista apunta al ex novio de la joven, que está detenido y se autoincriminó, podría haber actuado en el homicidio otra persona.
Es que los forenses que realizaron la autopsia establecieron que si bien la adolescente fue asfixiada y presentaba una luxación en la base del cráneo, tiene además marcas de manos en sus brazos compatibles con signos de sujeción, lo que hace presumir que pudo ser asesinada por una persona mientras otra la sujetaba, detallaron los informantes.
La adolescente fue encontrada ayer en un campo de olivos abandonado de Zonda, lindero a su casa, en esa localidad situada a 30 kilómetros al oeste de la capital sanjuanina, tras cinco días de búsqueda.
Los pesquisas llegaron hasta allí luego de que un joven, que había sido novio de la víctima y también tiene 17 años, confesó ante la policía que él la había asfixiado y dejado en ese sitio.
Ayer, la jueza de menores María Julia Camus, que interviene en el caso, se refirió a la situación de la actual novia del detenido, una joven de 21 años que, según explicó, no está detenida por el homicidio sino que es testigo y “se tomó una medida de resguardo (sobre ella) para evitar cualquier tipo de represalia por parte de la familia de la víctima”.
“Ella -en principio- nos ha aportado un montón de datos que han servido para determinar la participación del autor”, agregó la magistrada.
En tanto, la policía descartó en las últimas horas que un primo del sospechoso detenido, que está internado en grave estado con un traumatismo cerebral haya tenido relación con el homicidio o haya sido herido en el marco de ese hecho.
Inicialmente, los investigadores creyeron que ese chico había sido golpeado por haber sido testigo del crimen de Talía, aunque luego determinaron que fue en otra circunstancia, cuando participó de una pelea con amigos.