Se trata de dos ejemplares de esta especie. Los animales fueron donados desde una reserva en Salta y estarán en cuarentena en la estación biológica de San Cayetano antes de su reinserción donde se estudiarán sus condiciones de salud.
En diálogo con el diario Época, el biólogo a cargo del proyecto, Sebastián Di Martino, detalló: “La idea es traer este año unas tres parejas. Desde la misma estación de fauna autóctona de Salta vendrán otras dos hembras y un macho más. Mientras estamos viendo de dónde traer un tercer macho. Se evalúan como posibilidades a ejemplares de Misiones y de Tucumán”.
A su vez, explicó que la llegada de las próximas parejas está todavía distante, pues, por el tamaño que tienen los tapires, sólo cabe de una pareja por vez en la estación biológica donde pasan la cuarentena.
Francisco y Nato son atendidos y estudiados antes de partir a los esteros. Por el mismo proceso de cuarentena pasan todos los animales que llegan a Corrientes con el objetivo de regresar a la vida silvestre. Se estudian sus condiciones de salud y además se garantiza que ningún ejemplar transporte a la naturaleza alguna enfermedad proveniente de otra región geográfica.
El proyecto de reinserción de los tapires surgió hace poco tiempo en el marco de la CLT (Conservation Land Trust), desde donde notaron la extinción de la especie, uno de los mamíferos más grandes de esta parte del mundo. Una de las particularidades de esta reintroducción es que los tapires comparten con los yaguaretés el mismo tiempo de extinción.
“El último ejemplar del que se supo su existencia fue cazado en el año 1975, en zona de islas cerca de Ituzaingó”, indicó a época Marisi López, la responsable de relaciones públicas de la fundación de Douglas Tompkins. Al igual que los felinos del Iberá, los tapires tampoco pisaban suelo correntino desde hace 60 años.
Sobre esta especie
El Tapirus es un género de mamíferos perisodáctilos de la familia Tapiridae, conocidos como tapires. Es el único género actual de la familia, la cual incluye otros nueve géneros extintos. Este animal pertenece al mismo orden que los caballos, con los que están lejanamente emparentados, y los rinocerontes, que son sus parientes vivos más cercanos. Son de tamaño mediano, con una longitud que varía desde los 1,8 hasta los 2,5 metros, con una cola de 5 a 10 centímetros y una altura en la cruz de hasta un metro.
Su peso tiene un promedio 220 a 300 kilos y la principal característica del tapir es su alargado hocico, como una pequeña trompa, que usa principalmente para arrancar las hojas, hierbas y raíces que constituyen su alimento. Esta trompa resulta especialmente útil para recolectar plantas acuáticas en los pantanos donde suele pasar buena parte del día y también le sirve para tomar agua y, cuando son machos, para enfrentarse a sus rivales en la época de apareamiento.
Se agranda la familia
Primero fueron osos hormigueros, pecaríes de collar y aves como los guacamayos rojos. Las estrellas hasta ahora fueron los yaguaretés Tobuna y Nahuel, la primera de dos parejas que se prevé instalar en la reserva de San Alonso, en el corazón de los Esteros del Iberá a través del proyecto de reintroducción de especies impulsado por Conservation Land Trust. También se rescataron, cuidaron y pusieron luego en libertad en ese ámbito silvestre a ejemplares de aguará guazú y venados de las pampas. Ahora, lo próximo es introducir a los tapires. (InfoGEI)