El incremento salarial otorgado a los funcionarios trascendió tras la reunión de Gabinete ampliado, que encabezó María Eugenia Vidal en Vicente López. El sueldo de ministros y secretarios oscila entre los $ 45 y los $ 55 mil de bolsillo, dependiendo cada caso particular.
Mientras las escuelas se caen a pedazos, restringen los cupos a los comedores escolares, y miles de trabajadores viven con menos de la mitad de lo que cuesta la canasta familiar y sufren los tarifazos de la luz y el gas, el gobierno de los (y para) los ricos aumenta las dietas de sus funcionarios.
Un 15 % en un salario de $ 50.000 es, nada más ni nada menos, que $ 7.500. En promedio es lo mismo que perciben los trabajadores auxiliares, quienes día a día sostienen con su trabajo las escuelas públicas, y bastante más que una jubilación mínima. Un maestro sin antigüedad ni ruralidad, que gana $ 8800, percibe la mitad de la canasta familiar. Los funcionarios, con este aumento, pasan a cobrar el equivalente a casi 4 canastas familiares.
Para pasar el «oscuro túnel del invierno» Vidal nuevamente es coherente consigo misma y con su gobierno.
Estos seis meses de gobierno de Cambiemos demuestran con creces que es un gobierno para los ricos y poderosos. Es una casta llena de privilegios a cambio de legislar y gestionar en favor de los capitalistas. Como lo muestra el propio gabinete macrista, compuesto por los CEO de las principales empresas, se trata de una suerte de gerentes de los intereses de los patrones y banqueros que reciben su paga por los servicios que prestan.
Por el contrario, los diputados del PTS/FIT cobran lo mismo que cualquier trabajador, se aporta lo restante a distintas causas sociales y ponen sus bancas al servicio de todas las acciones de lucha que emprendan los trabajadores para frenar el ataque salarial de los Gobiernos, las patronales y la burocracia sindical.
María Díaz Reck