Comedores escolares: La respuesta del gobierno provincial no se condice con la magnitud de la crisis

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En los últimos meses “hubo un crecimiento de la demanda del 30 por ciento” e incluso “escuelas que hasta el momento no habían tenido nunca servicio alimentario escolar, están pidiendo ingresar en el sistema alimentario escolar de la provincia de Buenos Aires”. Hay una demanda mayor de alimentos en distritos como La Matanza, José C. Paz o Merlo y también en zonas de Mar del Plata.

55.000 nenes no tienen su plato de comida en la escuela, según datos del Suteba y de los consejos escolares de distintos partidos políticos. En cada distrito se quedan sin comer un promedio de 3000 chicos. Sin embargo, la cifra no es reconocida por el gobierno de la provincia de Buenos Aires, que paga el comedor a 1,5 millones de niños.

De acuerdo a la información, en los últimos meses “hubo un crecimiento de la demanda del 30 por ciento” e incluso “escuelas que hasta el momento no habían tenido nunca servicio alimentario escolar, están pidiendo ingresar en el sistema alimentario escolar de la provincia de Buenos Aires”.

“El impacto se ve en las comunidades más humildes, segundo y tercer cordón del Conurbano, las periferias en el interior de la provincia”, sostuvo la secretaria de Educación y Cultura de Suteba, Silvia Almazán. “Este dato empieza a nacer con fuerza en la medida en que la escuela se ve dificultada para dar respuestas. Los auxiliares y docentes no excluyen a los alumnos que necesitan ir a comedores, a pesar del límite de cupos existente”, agregó.

 

En este contexto, el gobierno bonaerense empezó a sentir que la presión del reclamo social se profundiza, por ese motivo reforzó la asistencia alimentaria en la provincia de Buenos Aires. El ministro de Desarrollo Social bonaerense, Santiago López Medrano, admitió una compleja situación alimentaria que obligó a la administración a aumentar las partidas para los comedores y entregar más comida a los municipios. Algunos de los intendentes más afectados por la exigencia de ayuda alimentaria consideran que la respuesta del gobierno provincial no se condice con la magnitud de la crisis.

Hay una demanda mayor de alimentos en distritos como La Matanza, José C. Paz o Merlo y también en zonas de Mar del Plata.

Entre las acciones desarrolladas, el gobierno bonaerense dispuso duplicar el monto que se entrega por chico a los comedores escolares, que pasó de $ 6,30 a $ 12,60 para el almuerzo. Y estableció un menú sugerido «elaborado con especialistas en nutrición». Algunos de los platos de ese listado son polenta con estofado, carne al horno con puré mixto, tarta de choclo y verdura, milanesas de pollo con ensalada o guiso de lentejas y arroz con carne.

Gobernados por el peronismo, La Matanza, José C. Paz y Merlo son puntos de alarma. Sus intendentes plantean una situación difícil y, aunque dialogan con Vidal, dicen que no encuentran soluciones suficientes de parte de la gobernación. «Los comedores escolares que empezaron a funcionar en marzo están duplicando los cupos. Hay escuelas del distrito que pasaron de tener 200 chicos a recibir a 700 en el comedor», afirmó Verónica Magario, intendenta de La Matanza.

Magario, que gobierna el distrito más poblado de la provincia, se quejó de la respuesta del gobierno bonaerense. «Nos han mandado alimentos secos (polenta, fideos, aceite). Pero yo pedí para 150.000 personas y recibí, el 2 de mayo, alimentos para 2000», aseguró a la prensa. «La solución tiene que ser ya; el hambre no te espera», subrayó Magario.

Para Mario Ishii, intendente de José C. Paz, «el ministro (López Medrano) no tiene noción de qué cantidad de alimentos tiene que mandar». El mandatario local aseguró que compró «500.000 kilos de alimentos para José C. Paz». La provincia distribuirá 400.000 kilos mensuales en territorio bonaerense. «El invierno será problemático. Muchas organizaciones sociales vinieron a hablar para instalar nuevos comedores», contó Ishii.

En Merlo, el intendente Gustavo Menéndez tiene definido porcentualmente el incremento de los pedidos de ayuda alimentaria en su distrito. «Desde el 10 de diciembre, subió un 20% la solicitud espontánea de alimentos. Es altísima», afirmó.

En los barrios del sudoeste y el oeste de Mar del Plata, la necesidad de asistencia se hace notar. «El año pasado se empezó a sentir la crisis alimentaria. En Mar del Plata tenemos pobreza estructural y una demanda creciente de asistencia», dijo Vilma Baragiola, secretaria de Desarrollo Social de General Pueyrredón.

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