Para intentar calmar las turbulentas aguas de una rebelión policial, el Gobierno de María Eugenia Vidal definió ayer un aumento salarial para la Bonaerense del 25 por ciento en promedio, que se pagará en dos cuotas, una en abril y la otra con los salarios de julio, y que fue confirmado horas después del anuncio de la protesta de los uniformados, que habían convocado a una “retención de tareas” para mañana.
El ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, anunció que el aumento pondrá a la Policía Bonaerense con ingresos similares a los de la Metropolitana, pero la realidad marca otra cosa bien distinta, por lo que el malestar continua. Además, al cierre de esta edición, no se había difundido la escala con las cifras y porcentajes exactos del alza de los sueldos para las distintas jerarquías y escalafones.
Según explicaron fuentes del ministerio de Seguridad, el incremento se pagará en dos tramos: habrá una suba del 15 por ciento retroactiva a febrero, que se pagará el próximo 15 de abril (solo llegará al bolsillo el periodo de marzo ya que el del mes anterior irá a la Caja). Luego, se otorgará un nuevo incremento, que se pagará con los salarios de julio, y que elevará el porcentaje total al 25 por ciento. Así, el sueldo de bolsillo de un suboficial inspector (el rango más bajo de ese escalafón) quedaría en 15.500 pesos, cercano a los 16 mil que en promedio cobra un efectivo de nivel equivalente en la Metropolitana.
Sin embargo, desde el Sindicato de la Policía de la provincia de Buenos Aires contradijeron a Ritondo y detallaron que “en diciembre el sueldo mínimo de un agente de la Metropolitana era de 17 mil pesos y ahora con el aumento que percibirán van a cobrar más de 20 mil, con lo cual cada vez estamos más lejos”.
Además aclararon que la carga horaria que cumple un efectivo de la Metropolitana es de 48 horas semanales (36 de trabajo y 12 de capacitación), y el de la Bonaerense cumple 56, es decir casi un 15% más, sin contar las extras como las cores y las polad. Y no se contempla un pago adicional por cumplir labores los fines de semana y feriados.
“Cumplimos 224 horas al mes con guardias, más 100 horas cores y 120 polad. Es decir, 446 horas al mes. Casi ni estamos con nuestra familia”, se quejó uno de los agentes consultados por el diario.
La amenaza de la protesta que puso en apuros a la gobernadora bonaerense, y que fue una primicia de Hoy, surgió de la página de Facebook “Policía Reclamando”, controlada por un grupo de policías retirados que son los que usualmente funcionan como portavoces de los efectivos activos, que no puede realizar reclamos sindicales.
“Gran parte de los 90 mil efectivos que formamos parte de esta familia apoyamos con nuestro voto a María Eugenia Vidal. Hoy, a cuatro meses de su asunción y a pesar de haber prometido salarios dignos, no hay un peso de aumento”, informaron desde la red social, en donde se quejaron por el “desprecio que nos están haciendo”, y se convocó a una “retención total de tareas” para el 2 de abril (mañana) de 20 a 22, que incluía un sirenazo y la no atención a los llamados al 911.
La propia Vidal atribuyó entidad a ese llamado, ya que el miércoles último dijo comprender “que la Policía esté preocupada por su salario”, y precisó que instruyó al ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, a disponer un aumento salarial que el ministro comunicó ayer.
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