El dato cierto es que la Argentina en poco tiempo más tendrá 2 mil millones de dólares menos en las reservas para pagarle a los holdouts, los bonistas que no entraron al canje de la deuda.
El mercado por ahora se maneja con ese dato y esto se ve reflejado en que el billete sube más que los bonos. Los inversores creen que los 15 mil millones de dólares que emitirán en títulos públicos, se harán a una tasa elevada y quieren estar preparados. Algunos aseguran que la colocación está asegurada con un grupo de bancos que pedirán una tasa de alrededor de 6 por ciento, que resulta bastante más conveniente ante 7 por ciento que rinden en la actualidad los papeles de mediano plazo.
Pero hasta que llegue el momento de cosechar los réditos de salir del default, el Gobierno sabe que tiene que resistir con las armas que tiene. Por eso cuando el dólar mayorista tocó 15,58 pesos, a media hora del cierre, la mesa de dinero del Banco Central salió con todo su poder de fuego y en esos 30 minutos colocó 119 millones de dólares para que baje a 15,35 pesos.
El dólar minorista, a su vez, aumentó 27 centavos a 15,64 pesos. Esta vez superó al precio del «contado con liquidación», que se mantuvo en 15,50 pesos.
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